Con objeto de acoger este espectáculo, se crea un espacio denominado “teatro temporal de marionetas” en la misma escalinata de acceso al centro de arte.
El diseño del pabellón se inserta dentro del vestíbulo como una “crisálida”.
Esta compuesto por una membrana orgánica construida con 500 piezas de policarbonato blanco con forma de bandeja triangular, montadas y atornilladas formando un caparazón de rombos auto-portante.
Para el interior se ha optado por un blanco brillante que contrasta con los musgos naturales envolventes del exterior.